Mediante el decreto 408/2025, el gobierno de Javier Milei dio de baja el Programa para el Fomento y Desarrollo de la Producción de Búfalos de Agua, que funcionaba bajo la órbita de la Secretaría de Agricultura de la Nación. La medida implica la eliminación de subsidios y asistencia técnica que se venían destinando a productores, asociaciones y cooperativas del sector.

Además del programa, también fue disuelto el Consejo Federal Bubalino, una instancia clave que articulaba políticas para el desarrollo de esta actividad ganadera alternativa, que en los últimos años venía creciendo en el Litoral, especialmente en Corrientes y Formosa, como una opción rentable y adaptada a los humedales.

El régimen eliminado permitía canalizar aportes no reintegrables para proyectos orientados a mejorar genética, infraestructura, comercialización y capacitación en la cría de búfalos. La decisión fue justificada por el Ejecutivo en la necesidad de “maximizar la eficiencia del gasto público” y reducir la intervención estatal en sectores que, según el decreto, “pueden desarrollarse sin asistencia”.

La cría de búfalos representa una alternativa productiva con potencial de expansión en el NEA y NOA, y venía siendo promovida desde el Estado por sus ventajas adaptativas, la calidad de su carne y leche, y su bajo impacto ambiental. La decisión oficial genera incertidumbre sobre la continuidad de muchos emprendimientos que dependían de ese respaldo.

El decreto también dio de baja otros programas similares, como el Régimen para la Promoción de la Ganadería Ovina y de Llamas, el de Actividad Caprina y el de Producción de Gusanos de Seda. Todos estaban enfocados en economías regionales y recibían financiamiento público a través de distintos instrumentos.

Con este recorte, el gobierno continúa avanzando en la eliminación de estructuras que considera innecesarias. Desde el sector bubalino, sin embargo, advierten que sin acompañamiento estatal será difícil sostener el crecimiento que venía mostrando la actividad en distintas regiones del país.