Tras el rechazo en Diputados, el Ejecutivo oficializó la eliminación de la Dirección Nacional del INTA y transfirió sus funciones a la Presidencia del organismo, en línea con el plan de reducción de estructuras.
Pese al rechazo de cinco decretos delegados por parte de la oposición en la Cámara de Diputados, el Gobierno nacional avanza con su plan de reforma de organismos técnicos. Este martes, oficializó la eliminación de la Dirección Nacional del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la transferencia de sus funciones a la Presidencia del organismo.
La medida quedó plasmada en el Decreto 571/2025, publicado en el Boletín Oficial, y forma parte del proceso de transformación institucional iniciado con el Decreto 462/2025, que había modificado el estatus del INTA de organismo descentralizado a desconcentrado, bajo la órbita directa de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca.
El anuncio se produce a pocos días de la sesión especial en Diputados donde la oposición logró el rechazo de los decretos delegados impulsados por el Ejecutivo, incluido el que reformaba al INTA y al INTI. Sin embargo, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ya había anticipado que las modificaciones se sostendrían y defendió la legalidad de las medidas.
“Es medio ridícula la situación… Si te delegan y después te rechazan cuando utilizás la delegación, es como una cosa medio ilógica”, señaló Francos, quien también argumentó que la estructura del INTA resultaba “insostenible”, con “como seis mil empleados y tres mil automóviles”.
La decisión implica que todas las funciones que la Resolución INTA N° 513/2019 asignaba a la Dirección Nacional serán ejercidas directamente por el Presidente del organismo, asistido por un Consejo Técnico encargado de los lineamientos científico-técnicos.
El decreto sostiene que las funciones de la Dirección Nacional se superponían con las de la Presidencia y que las razones operativas que justificaban su existencia “han desaparecido”. La medida fue revisada por áreas técnicas y presupuestarias de los ministerios de Desregulación y Transformación del Estado y de Economía, además de contar con dictamen jurídico.
Aun así, el texto aclara que, mientras se completa la reestructuración interna, se mantendrán vigentes las aperturas estructurales y cargos actuales de la Dirección Nacional eliminada, con el personal y suplementos correspondientes.
El INTA, organismo clave para la investigación y extensión agropecuaria, seguirá bajo la conducción de un presidente con atribuciones ampliadas, en el marco de una política oficial orientada a reducir estructuras y centralizar la toma de decisiones.
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