Según Agricultura, entre agosto y octubre la venta de reproductores subió 15%. El repunte refleja el interés de los criadores por mejorar la calidad y productividad de sus rodeos, en un contexto de estabilidad climática y forrajera.
El segundo semestre de 2025 trajo buenas noticias para la ganadería argentina. Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca (SAGyP), la venta de toros con destino a la mejora genética creció un 15% entre agosto y octubre respecto del mismo período del año pasado.
El dato no solo marca un repunte en los remates, sino también un síntoma de confianza en un sector que vuelve a mirar hacia adelante.
El informe oficial destacó que la suba se acompañó de un aumento del 46% en los precios en pesos y de un 24% en dólares.
Detrás de esas cifras, se advierte un renovado interés por invertir en genética, una de las herramientas más efectivas para mejorar la eficiencia y productividad de los rodeos.
Un repunte sostenido
Los remates realizados en distintas provincias mostraron pistas llenas, más compradores activos y precios firmes, especialmente en razas británicas y compuestas. En muchos casos, los valores superaron las expectativas de los consignatarios, lo que confirma la solidez de la demanda y la apuesta por el futuro.
Especialistas del sector señalaron que este impulso se explica, en parte, por un contexto climático más favorable, con mejores condiciones forrajeras luego de campañas afectadas por la sequía. A eso se suma una estabilización relativa de los costos de producción y una expectativa positiva respecto a los mercados de exportación.
“El productor vuelve a invertir porque ve un horizonte más claro. La mejora genética es una decisión que se toma pensando en los próximos cinco o diez años”, destacaron desde asociaciones de criadores. En ese sentido, la compra de toros de alto valor genético no solo fortalece el presente, sino que constituye una apuesta estratégica a largo plazo.
El incremento de la actividad en los remates también tiene un impacto territorial: moviliza a cabañas, consignatarios, transportistas y laboratorios veterinarios. En muchas localidades, los eventos ganaderos funcionan como motor económico y social, consolidando vínculos entre productores y generando oportunidades de negocio.
A diferencia de otros años, la mejora de precios no parece responder únicamente a la inflación, sino a una recuperación real del valor de los reproductores. El aumento sostenido en dólares sugiere que la genética argentina mantiene competitividad y reconocimiento tanto en el mercado interno como en los destinos internacionales.
Con estos resultados, el 2025 se perfila como un año de consolidación para la ganadería. El repunte en la venta de toros y la firmeza de los precios muestran que el sector no solo resiste, sino que avanza con una visión de largo plazo. En un país donde la producción de carne es parte de la identidad nacional, la mejora genética vuelve a ser el punto de partida de un nuevo ciclo de confianza.
fuente:TN
















Deja un comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.