Alfonso Bustillo: «Hay que salir a exportar más, el mundo quiere nuestra carne»

Alfonso Bustillo: «Hay que salir a exportar más, el mundo quiere nuestra carne»

El presidente de la Asociación Argentina de Angus, analizó el presente y futuro del sector ganadero. En diálogo con Ámbito destaco las oportunidades que tiene nuestra carne en el contexto internacional.

La ganadería argentina atraviesa una etapa que muestra distintos matices durante el gobierno de Javier Milei, donde se avanza a paso firme con reformas económicas profundas que apuntan a recuperar la competitividad del sector agropecuario, especialmente tras décadas de políticas restrictivas. En este escenario complejo, Alfonso Bustillo, presidente de la Asociación Argentina de Angus, resaltó la necesidad imperiosa de consolidar una recuperación en la producción y exportación de carne vacuna, destacando que las decisiones que se toman hoy quizá marquen el rumbo del sector por las próximas décadas.

Las definiciones que se tomaron hasta ahora se movieron en torno a una normalización de las reglas de juego para el sector pecuario, aunque las últimas modificaciones respecto del tipo de cambio -si bien están bien orientadas y son indudablemente la salida hacia una economía mas sana- en el corto plazo presionan la rentabilidad hacia la baja en tanto y en cuanto el tipo de cambio flotante se ubique en los niveles más bajos de las bandas anunciadas por las autoridades del Ministerio de Economía.

Sin embargo, Bustillo tiene muy presente lo vivido en los últimos años y por eso explicó en diálogo con Ámbito que tras “años difíciles”, caracterizados por una «mirada muy negativa hacia la actividad agropecuaria» por parte de los gobiernos anteriores, actualmente se percibe «un cierto dinamismo» en el sector. Según el dirigente, la ganadería se vio limitada por una combinación de altas cargas impositivas, elevada inflación y múltiples restricciones comerciales que dificultaron proyectar inversiones a largo plazo.

Según el titular de la entidad que agrupa los criadores de la raza Angus, «teníamos exportaciones intervenidas, con ROEs rojos y una serie de trabas que impedían tener una visión clara a largo plazo y ahora hay un entorno más favorable. Hoy podemos pensar que una inversión en un vientre o en un planteo ganadero va a tener un retorno lógico”.

El dirigente también enfatizó que pequeñas mejoras en los índices reproductivos y un aumento en el peso de faena podrían generar cerca de un millón de toneladas adicionales de carne, lo que potenciaría significativamente las exportaciones. «Nuestro consumo interno es alto, estamos en 47 kilos per cápita, cubrimos bien nuestras cuotas internas y debemos salir más a exportar. El mundo quiere nuestra carne».

Consumo interno y frigoríficos: los eslabones más vulnerables

Pese a estas perspectivas favorables a mediano y largo plazo, Bustillo no esquivó los desafíos inmediatos del sector. En el mercado interno, el consumo de carne vacuna registra una caída significativa y sostenida, provocada por el contexto inflacionario y la pérdida del poder adquisitivo de la población. Esta situación generó una contracción en la demanda doméstica que impactó directamente en los precios de la carne y en la rentabilidad de los frigoríficos destinados al abastecimiento local. Muchas de estas plantas se encuentran trabajando con niveles bajos de actividad, en algunos casos reduciendo jornadas laborales o directamente paralizando líneas de producción, lo que genera incertidumbre en toda la cadena productiva.

La situación de los frigoríficos exportadores tampoco escapa de esta problemática. Aunque las expectativas internacionales son positivas a largo plazo, actualmente el sector enfrenta un contexto de demanda global debilitada, especialmente en mercados clave como China y Europa. Esta situación provocó márgenes ajustados e incluso pérdidas para numerosos exportadores, quienes además deben lidiar con complicaciones derivadas de un tipo de cambio poco competitivo y costos de producción elevados en el mercado interno.

Según Bustillo, ”la situación es delicada porque afecta toda la cadena, desde el productor hasta el frigorífico, pasando por la logística y el comercio minorista. Si no logramos estabilizar el mercado interno y encontrar rápidamente mejores condiciones para exportar, la crisis podría profundizarse”.

El dirigente ganadero también señaló otros desafíos pendientes, como la persistencia de las retenciones y la falta de competitividad cambiaria. En este sentido, precisó que “evidentemente nuestro dólar está un poco quedado” al comparar la caída reciente en las exportaciones argentinas frente al crecimiento registrado en países vecinos como Brasil y Uruguay.

Además, Bustillo destacó que el país necesita un enfoque integral para enfrentar estos desafíos estructurales, para lo cual propuso mejorar la eficiencia logística y reducir los costos internos que afectan la rentabilidad del sector ganadero en general. Según Bustillo, se necesita “una política coherente, de largo plazo, que brinde previsibilidad a los productores e inversores. Esto es fundamental para recuperar la confianza y asegurar el crecimiento sostenido del sector”.

Carne Argentina en los Estados Unidos

Respecto a las tensiones globales, particularmente la guerra comercial entre China y Estados Unidos, Bustillo se mostró cauto pero optimista ya que “el mundo va a tener que seguir alimentándose y tarde o temprano estos cimbronazos pasan”. Según su visión, Argentina tiene la oportunidad única de posicionarse estratégicamente en los mercados internacionales, siempre y cuando se mantenga una política exterior y comercial estable que facilite las exportaciones.

Vale la pena recordar que además de las 20.000 toneladas que la Argentina tiene de cuota con arancel preferencial para ingresar a los Estados Unidos, existen envíos de carne “Angus Certificada” que no sólo posiciona la carne Angus dentro de América del Norte, sino que además es una excelente referencia para la carne Argentina que busca ingresar en nuevos mercados.

Más allá de estas posibilidades y ante el contexto político-económico local, el presidente de Angus subrayó un mensaje contundente al gobierno: «nos tendrán que seguir ayudando sacándonos las manos de encima, no dando subsidios». A su criterio, la intervención estatal debe limitarse a facilitar un entorno favorable para que el sector ganadero argentino despliegue todo su potencial productivo y exportador.

De todas estas cuestiones y muchos otros temas de índole productiva se hablará en la Semana Angus de Otoño, que se realizará del 19 a 23 de mayo en la Rural. Allí se podrá ver la integración de toda la cadena productiva y la evidente importancia del contacto directo entre consumidores, productores y distintos eslabones de la cadena de la carne para fortalecer la actividad.

Soledad Mansilla
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