Un informe del IERAL muestra que, aunque la rentabilidad mejora tras la baja de retenciones, la carga tributaria sigue superando el 50% de la renta generada, llegando incluso al 112% en la zona extrapampeana.
La reciente rebaja de retenciones al agro generará una mejora en la rentabilidad de los productores agrícolas, pero la presión tributaria seguirá absorbiendo la mayor parte de sus ingresos. Así lo revela un informe del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de la Fundación Mediterránea, que analizó el impacto de la medida en distintos modelos productivos.
El estudio contempló cuatro escenarios: zona núcleo y zona extrapampeana, diferenciando además entre productores propietarios y arrendatarios. Con una escala de 500 hectáreas, la simulación incluyó una rotación 50% soja y 50% maíz, y promedió precios FOB de 420 dólares por tonelada de soja y 214 para el maíz.
La mejora en el margen neto por hectárea —ingresos menos costos e impuestos— varía entre 31,6 y 60,5 dólares según el caso. Los propietarios de la zona núcleo son los más beneficiados, con un incremento de 60,5 dólares por hectárea, mientras que los arrendatarios extrapampeanos apenas logran reducir pérdidas, pasando de 68 a 28 dólares por hectárea en negativo.
En paralelo, la recaudación por derechos de exportación (DEX) cae entre 53,9 y 71,8 dólares por hectárea, lo que representa una baja del 22% respecto al escenario anterior. Sin embargo, la recaudación total —Nación más provincias— se reduce solo entre un 9% y un 15%, por el aumento en otros tributos como Ganancias e Ingresos Brutos.
El trabajo detalla que las provincias captarían entre 6,2 y 14,6 dólares adicionales por hectárea, mientras que la Nación perdería entre 37 y 60,7 dólares por hectárea. Aun con el alivio, los márgenes proyectados para la campaña 2025/26 se ubican por debajo del promedio de las últimas ocho campañas, con valores que van desde los 467 dólares por hectárea en propietarios núcleo hasta apenas 28 dólares en arrendatarios extrapampeanos.
La carga tributaria total seguirá siendo elevada: entre el 53% y el 70% de la renta en la zona núcleo, y entre el 68% y el 112% en la extrapampeana. “En todos los casos supera el 50%, lo que significa que el productor seguirá perdiendo más por impuestos que lo que conserva como ingreso neto”, advierte el informe.
Como propuestas, el IERAL plantea que se asigne parte del mayor ingreso provincial para compensar la pérdida nacional por DEX, o que las provincias reduzcan tributos distorsivos como Ingresos Brutos y Sellos, para que el alivio impositivo sea realmente perceptible en el bolsillo del productor.
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