El avance de las exportaciones brasileñas al gigante asiático amenaza el repunte en precios y volúmenes que logró la industria argentina en los últimos meses.
En los últimos dos meses, el negocio exportador de la carne vacuna argentina mostró signos de recuperación. Los precios mejoraron de manera sostenida desde principios de año y los volúmenes embarcados también lograron repuntar, consolidando buenas expectativas para el sector.
Sin embargo, un nuevo frente externo amenaza con alterar esta tendencia. La decisión de Estados Unidos de imponer mayores aranceles a la carne brasileña dejó a ese país fuera de competencia en el mercado norteamericano. Como consecuencia, Brasil volcó gran parte de su producción a China, que es también el principal destino de las exportaciones argentinas.
China concentra más del 70% de los embarques nacionales, por lo que cualquier variación en el flujo comercial brasileño hacia ese mercado impacta directamente en los resultados locales. La posibilidad de una saturación del gigante asiático podría frenar el repunte observado.
De acuerdo con el informe semanal del Rosgan, en julio las exportaciones argentinas de carne vacuna totalizaron 62.200 toneladas por un valor cercano a los 346,9 millones de dólares. El dato significó una caída del 1% en volumen respecto de junio, aunque con un aumento del 5,5% en facturación gracias a mejores precios.
En comparación con julio de 2024, los envíos crecieron 9,7% en volumen y 51,7% en valor, con un precio promedio de 5.577 dólares por tonelada, un 38,2% superior en términos interanuales. Con esta tendencia, en los primeros siete meses del año se acumularon 376.245 toneladas, valuadas en 1.943 millones de dólares.
Aun así, la comparación con 2024 arroja matices. El volumen exportado cayó 14,5%, aunque la facturación aumentó 17,6% por el fuerte incremento en los precios. Los cortes de mayor valor mostraron una mejora interanual del 23% y los congelados sin hueso —donde China es el principal comprador— crecieron un 40%.
El escenario luce prometedor, pero la luz amarilla aparece con el comportamiento de China. En julio, ese destino absorbió 44.842 toneladas argentinas, un 7% menos que en junio. El Rosgan advierte que la tendencia podría profundizarse en agosto por el mayor flujo de carne brasileña.
Estados Unidos cierra, Brasil empuja y China se recalienta
Entre junio y julio, las exportaciones brasileñas de carne vacuna a China aumentaron un 18% en volumen. Este salto se suma a un semestre ya récord, en el que Brasil embarcó un 15% más que en 2024, alcanzando 790.000 toneladas.
La causa principal es el nuevo arancel del 76,4% que enfrenta Brasil para ingresar a Estados Unidos desde agosto, lo que lo obliga a redireccionar su producción hacia China y otros destinos asiáticos como Vietnam, Filipinas e Indonesia.
Para Argentina, el desafío es mayúsculo. La elevada dependencia del mercado chino —con más del 70% de participación sobre las exportaciones— deja a la industria en una posición vulnerable frente al avance brasileño.
A esta presión se suma el crecimiento de los stocks de carne vacuna importada en los almacenes chinos. Según la consultora OIG+X, el índice que mide esos inventarios subió 10 puntos básicos en lo que va del año y se ubica en el 85%, lo que refleja posibles dificultades para absorber la mayor oferta.
Por ahora, entre enero y julio, las exportaciones argentinas totalizan 376.245 toneladas, unas 54.500 menos que en igual período de 2024. Para igualar el volumen de ese año —769.000 toneladas— sería necesario incrementar un 25% el ritmo de embarques en los meses restantes, un objetivo ambicioso ante el nuevo contexto.
El balance del Rosgan es claro: el segundo semestre será determinante. El desempeño entre septiembre y noviembre, período de mayor actividad con China, marcará si Argentina logra sostener la recuperación exportadora o si la ofensiva brasileña la frena antes de consolidarse.
Deja un comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.