La FAO destinará 500 mil dólares a Argentina para asistir a pequeños productores rurales afectados por eventos climáticos extremos. La provincia del Chaco, golpeada por una sequía prolongada, será una de las principales beneficiarias del plan.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) anunció el envío de 500 mil dólares a la Argentina para asistir a pequeños productores afectados por fenómenos climáticos extremos. La provincia del Chaco, golpeada por una persistente sequía, será una de las zonas priorizadas en el marco del proyecto de recuperación productiva.
Según detalló la FAO, en colaboración con la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, el objetivo del programa es restablecer medios de vida y la producción agropecuaria en dos regiones críticas: las áreas periurbanas de Bahía Blanca, afectadas por severas inundaciones, y el Chaco, donde la falta de lluvias y las altas temperaturas impactaron al 75% de la superficie productiva.
La sequía chaqueña, que se arrastra desde 2020, se profundizó este verano, provocando fuertes pérdidas económicas en el sector agropecuario. Ante esta situación, tanto el gobierno nacional como el provincial declararon la emergencia y/o desastre agropecuario, mediante la resolución 506/2025 y el decreto 410/2025, respectivamente.
Frente a ese escenario, el proyecto contempla asistencia técnica y logística, entrega de insumos, capacitaciones y estrategias de reducción de riesgos para los pequeños productores y cooperativas locales. La FAO destacó que trabajará con un enfoque inclusivo, priorizando a grupos en situación de vulnerabilidad y promoviendo el desarrollo rural.
El plan será ejecutado por un equipo multidisciplinario integrado por técnicos del Ministerio de Agricultura, representantes de la FAO en Argentina y América Latina, y especialistas de organismos como el INTA. Además, se articulará con gobiernos provinciales y municipios para garantizar una implementación territorial efectiva.
En el caso de Bahía Blanca, la intervención se enfocará en las consecuencias de la tormenta histórica del 7 de marzo, que dejó 18 muertos, más de 1.500 evacuados y destruyó gran parte de la infraestructura productiva. Allí, el proyecto busca apoyar la recuperación del tejido agropecuario periurbano.
Sin embargo, en el Chaco, la estrategia tendrá un enfoque más estructural: recuperar la capacidad productiva tras años de déficit hídrico, y fortalecer la resiliencia del sistema rural frente a nuevos eventos climáticos extremos.
“La cooperación no solo busca responder a la emergencia, sino también sentar las bases para un desarrollo más resiliente en el futuro”, concluyó la FAO, que destacó el valor de la articulación institucional y el trabajo conjunto para enfrentar los desafíos del cambio climático.
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