La venta de ganado por plataformas online gana terreno entre frigoríficos, supermercados y productores. Con menos intermediarios y más control financiero, el modelo digital revoluciona la lógica del negocio ganadero argentino.
La ganadería argentina atraviesa una transformación silenciosa pero profunda. Lo que antes se resolvía en una feria, con el martillo como protagonista, hoy se define desde un celular. El comercio digital de ganado avanza a pasos firmes y redefine márgenes, flujos de trabajo y la forma de operar en el negocio.
Frigoríficos, supermercados y productores de distintas regiones del país migran progresivamente a plataformas digitales para comprar y vender hacienda. El fenómeno, que ya no es promesa sino realidad, se consolida como una de las principales innovaciones del agro.
Una de las firmas que lidera este cambio es deCampoaCampo, un ecosistema digital que canaliza más de 40.000 cabezas mensuales y suma 150.000 usuarios activos. Su CEO, Emilio Herz, afirma que el momento ya llegó: “Lo online dejó de ser una tendencia a largo plazo, es el presente del negocio ganadero”.
El modelo aporta múltiples ventajas. Elimina intermediarios, acorta plazos y reduce significativamente los costos logísticos. Además, permite al productor fijar condiciones comerciales, negociar plazos y operar sin moverse del campo. Un salto en eficiencia y autonomía que ya impacta en todo el sistema.
En este contexto, grandes cadenas de supermercados se posicionan como nuevos actores centrales del mercado. El canal digital les permite acceder a una oferta más diversa, con trazabilidad, mejores precios y sin depender de operadores tradicionales.
Según Herz, “antes toda la operatoria estaba atada a la feria, con sus gastos y tiempos. Hoy el productor decide cuándo vender, a cuánto y cómo cobra. Eso cambia todo”. Además, más del 60% de los frigoríficos que operan en deCampoaCampo lo hacen ya de forma exclusivamente online.
La digitalización redefine márgenes y empleo
El impacto no se limita a las transacciones. El negocio ganadero también está cambiando por dentro. Plataformas como deCampoaCampo suman perfiles tecnológicos y técnicos a sus equipos: desarrolladores, veterinarios, agropecuarios y comerciales trabajan integrados para ofrecer trazabilidad, documentación digital y respaldo sanitario.
Un ejemplo de innovación financiera es deCampoPagos, una billetera virtual que permite cobrar desde la carga del lote y operar con fondos en tiempo real. Para miles de productores, esto significa cortar con los plazos extensos de cobro y gestionar mejor su capital de trabajo.
A mediano plazo, la compañía proyecta lanzar nuevos servicios financieros y cerrar alianzas con empresas tecnológicas para ampliar el ecosistema. “Ya no se trata solo de vender, sino de dar herramientas de gestión. El productor quiere control y datos”, señala Herz.
Según la Cámara Argentina de Agtech, en los últimos cinco años se triplicaron las soluciones digitales aplicadas al agro. Hoy, el 70% de los productores argentinos usa al menos una herramienta tecnológica en su actividad diaria.
La feria tradicional no desaparece, pero se vuelve complementaria. El negocio se volvió híbrido: presencial para algunos, completamente digital para otros. En ambos casos, la trazabilidad, la eficiencia y la autonomía ganan terreno.
Con más de 3 millones de cabezas operadas en 15 años y el respaldo de la histórica consignataria Pedro Genta y Cía, deCampoaCampo representa una postal del agro que se conecta, se ordena y se moderniza.
En una economía donde el campo sigue siendo clave, el ganado también se compra con un click. Y con eso, el productor pasa a tener el control total de su negocio, en la palma de la mano.
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