Un repunte significativo en la confianza de los productores agropecuarios se registró en marzo, de acuerdo al informe bimestral Ag Barometer Austral, elaborado por el Centro de Agronegocios y Alimentos de la Universidad Austral. El índice general de confianza subió un 17% respecto a enero, con mejoras destacadas en las condiciones presentes (+23%) y en las expectativas de inversión a corto plazo (+26%).

Aunque el 59% de los productores aún considera que no es buen momento para invertir, un 41% cree que sí lo es, un salto frente al 33% registrado dos meses atrás. Según Carlos Steiger, director del estudio, este repunte marca una diferencia notable con lo ocurrido en 2019, cuando una baja en la confianza se prolongó por casi un año.

Entre las principales preocupaciones que persisten para los próximos 12 meses se encuentran el clima (59%), los bajos precios (34%) y las elecciones de octubre (24%). No obstante, crece la percepción de que es un momento propicio para planificar inversiones a mediano plazo, especialmente en sectores como la ganadería.

El informe también reveló que un 40% de los productores muestra interés en sumarse a programas de certificación ambiental, aunque todavía no participa de ellos. Un 16% ya forma parte de estos esquemas y un 35% no manifestó interés por ahora. La sostenibilidad comienza a instalarse como un eje clave para la competitividad exportadora.

Expoagro y perspectivas para la nueva campaña

La Expoagro 2025 funcionó como un punto de inflexión para esta recuperación de la confianza. Allí se concretaron numerosas operaciones comerciales, apalancadas por ofertas agresivas de financiamiento en dólares, tanto de empresas de maquinaria como de entidades bancarias. Según Steiger, este movimiento también fue posible gracias a un mejor escenario climático.

Aunque la campaña gruesa no alcanzará los niveles de la 2023/24, se espera que la próxima siembra de trigo 2025/26 tenga condiciones hídricas favorables. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires proyecta que se sembrarán 6,7 millones de hectáreas, un 9% más que el año pasado, alcanzando el mismo nivel que en 2021/22.

Sin embargo, persisten desafíos estructurales que moderan el entusiasmo. El informe advierte que aún no se resolvió la cuestión de las retenciones ni la competitividad del tipo de cambio. También preocupa el ingreso de capitales financieros por el «carry trade», que podría afectar negativamente al tipo de cambio real y al costo del crédito.

En el frente inversor, el estudio destaca una recuperación del ánimo en el sector ganadero. El alza en el precio del novillo en términos reales impulsa decisiones orientadas a sumar vientres vacunos, lo que anticipa un 2025 más favorable para la cadena de carne.

Inversión sí, pero con cautela

En cuanto a la maquinaria, la renovación es vista como necesaria pero no urgente. El 59% aún cree que no es momento de invertir en este rubro. “Los productores perciben que el costo financiero supera al retorno esperado, lo que genera una relación costo-beneficio desfavorable”, explicó Steiger.

A pesar del contexto desafiante, el informe concluye con una mirada positiva: la recuperación en los indicadores es rápida y sostenida, y la agenda productiva comienza a alinearse con las exigencias globales, incluyendo sostenibilidad y eficiencia. El campo argentino, aunque aún cauteloso, muestra signos de reactivación.