La liquidación de divisas de agosto muestra una fuerte retracción tras el récord de junio. El ingreso de dólares caería 63,4% respecto de julio, con un volumen de ventas externas muy por debajo de lo esperado.
El sector agroexportador encendió luces de alerta luego de que las Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior (DJVE) confirmaran una brusca caída en las operaciones de agosto. Hasta el momento, solo se anotaron 2,25 millones de toneladas de granos y subproductos, frente a los 23,5 millones registrados en junio, cuando se produjo un verdadero boom de ventas.
Según estimaciones de fuentes del sector, este mes ingresarán alrededor de US$1500 millones en divisas, una merma del 63,4% respecto de los US$4102 millones liquidados en julio. Se trata del volumen más bajo del año y muestra el contraste con la dinámica registrada en el inicio del segundo semestre.
Los datos de la consultora RIA, en base a la Secretaría de Agricultura, indican que el trigo encabeza las operaciones con 858.000 toneladas, seguido por el poroto de soja con 416.000, la harina de soja con 397.000 y el maíz, prácticamente ausente, con apenas 66.000 toneladas. En aceites, se anotaron 102.000 toneladas de girasol y 92.000 de soja.
Para el analista Javier Preciado Patiño, detrás de la baja aparece la “compensación” del récord de junio, cuando se adelantaron ventas antes del vencimiento de la rebaja temporal de retenciones. Ahora, con el regreso del esquema normal, los exportadores no tienen la urgencia de liquidar de inmediato.
El especialista estimó que agosto podría terminar con US$1150 millones liquidados y advirtió que falta por registrar el grueso de las exportaciones de maíz a partir de septiembre. “Deberían anotarse entre 9 y 12 millones de toneladas, según la disponibilidad real del cereal”, señaló.
Un mes atípico tras el boom de junio
Los datos confirman el contraste: en junio la liquidación de divisas alcanzó los US$3706 millones, un 87% más que en 2024, y en julio trepó a US$4102 millones, un 57% superior al mismo mes del año pasado. Agosto, en cambio, quedará muy por debajo de esos niveles.
Desde Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Pablo Ginestet advirtió que la baja no responde a un desplome del mercado sino a un “adelantamiento de operaciones”. Recordó que en junio muchos productores se apuraron a vender frente a la expectativa de cambios en retenciones, lo que ahora genera un vacío comercial.
El anuncio presidencial en Palermo redujo en forma permanente las alícuotas: la soja pasó de 33% a 26% y los cereales quedaron en 9,5%. Sin embargo, la quita no alcanzó a cumplir con las expectativas del sector, que esperaba la eliminación de los DEX para ciertos productos.
En este marco, analistas como Bruno Todone advierten que todavía hay un gran volumen de granos sin comercializar. Solo en trigo, de las campañas 2024/25 y 2025/26 restan más de 19 millones de toneladas; en maíz, el remanente supera los 37 millones, aunque gran parte quedará en el mercado interno; y en soja, aún restan 29 millones de toneladas por vender.
El desafío, coinciden los expertos, será recomponer el flujo de ventas externas en los próximos meses, en un contexto en el que los dólares del agro siguen siendo un pilar central para la economía argentina.
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