En Corrientes, las carnicerías ya remarcan un alza del 15% en los precios de la carne, atribuida a lluvias y escasa oferta de hacienda. A nivel nacional, la faena bajó en julio y se consolida una tendencia de subas por menor disponibilidad de vacas y novillos.
En la ciudad de Corrientes, los consumidores comenzaron agosto con un fuerte aumento en el precio de la carne. Así lo confirmó Hugo Lucena, propietario de una carnicería del Mercado de Productos Frescos, quien aseguró que esta semana los precios subieron un 15%. “En todo el año, la carne solo había aumentado un 10% en mayo. Ahora, con esta nueva suba, acumulamos un 25% en lo que va del año”, explicó.
Según el comerciante, los proveedores justifican los aumentos por el impacto de las lluvias: “Está costando sacar los animales del campo, y los pocos que pudieron sacar, vinieron con precio más alto. Es cierto que en invierno la carne suele subir, pero esto ocurre más temprano, no en agosto”.
Lucena también remarcó que la crisis económica cambia la forma de consumir: “La gente ya no compra por peso, compra por monto. El consumo bajó en todo julio, y con este nuevo aumento, se va a notar más”.
Esta situación no es exclusiva de Corrientes. A nivel nacional, la Cámara de la Industria Frigorífica y datos oficiales de Senasa indican que la faena bovina cayó en julio un 4,6% respecto al mismo mes del año pasado, y un 10% si se ajusta por la cantidad de días laborables. En total, se procesaron 1,2 millones de cabezas.
El dato más sensible es la menor disponibilidad de novillos y vacas, lo que presiona al alza los precios en el mercado. Según estimaciones del analista Víctor Tonelli, este año podría cerrar con una faena 10% menor a la de 2024, lo que implica menos carne en el mercado interno y en exportación.
En el Mercado Agroganadero de Cañuelas, las vacas tipo conserva pasaron de cotizar $1.200 a entre $1.500 y $2.000 por kilo vivo, con una mejora de hasta el 60% en apenas un mes. Las vacas de mejor calidad también subieron, con precios que oscilan entre $2.000 y $2.500.
En cuanto a los novillos, los frigoríficos exportadores pagaban hasta hace dos semanas entre $5.000 y $5.100 por kilo gancho, pero los precios se ubicaron esta semana en torno a los $5.500 y $5.600. Incluso, con el nuevo contexto cambiario, se espera que sigan en alza.
Desde el sector exportador aseguran que la reciente baja de 1,75 puntos en las retenciones a la carne de novillos ya fue absorbida por las subas en el precio de la hacienda, por lo que no hay margen para seguir pagando más. Sin embargo, la escasez manda, y obliga a convalidar precios más altos.
Esa escasez está siendo parcialmente compensada por la hacienda proveniente de los feedlots, donde hay más de 2 millones de animales encerrados. Pero esto podría no ser suficiente si la demanda interna no se contrae fuertemente en los próximos meses.
Con una producción mensual estimada de 276.000 toneladas de carne vacuna, de las cuales unas 80.000 fueron exportadas, el consumo interno promedio ronda los 49 a 50 kilos por habitante al año, un número históricamente bajo. Si los precios continúan su tendencia alcista, este indicador podría descender aún más.
En este escenario, Corrientes se convierte en un termómetro del consumo: ventas en baja, ajustes de precios bruscos y consumidores que eligen por bolsillo, no por corte. El segundo semestre comenzó con señales claras de tensión en el mercado cárnico argentino.
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