Del 26 al 30 de mayo, la provincia de Corrientes se convirtió en sede de uno de los eventos ganaderos más importantes del país. En el predio de la Sociedad Rural de Corrientes, ubicado en Riachuelo, se lleva a cabo Las Nacionales edición Santander, que reúne seis exposiciones de alto nivel genético y productivo, entre ellas la Nacional A de Caballos Criollos, que bate récords de participación.

Claudio Dowdall, presidente de la Asociación de Criadores de Caballos Criollos, destacó el crecimiento del evento. “Estamos con altas expectativas. Volvimos a hacer la Nacional A en este marco, y esta exposición crece y se expande año a año”, afirmó. Es la tercera vez que esta muestra equina se realiza en Corrientes, un dato que evidencia su creciente protagonismo en la producción y competencia.

“El caballo criollo sigue teniendo un rol clave en la ganadería argentina. Se trabaja a caballo en cada rincón del país, pero también hay miles que compiten en disciplinas deportivas”, detalló Dowdall. En 2023, participaron 14 mil caballos criollos en 11 disciplinas distintas, con clasificaciones a una gran final nacional.

La edición actual no solo destaca por la calidad de los ejemplares, sino también por su carácter federal. “Hay presencia de criadores en todas las provincias. Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes y Córdoba lideran, pero también hay mucho crecimiento en el NOA, el norte argentino y la Patagonia”, aseguró Dowdall.

La exposición se da en paralelo con las nacionales de las razas Braford, Brangus y Brahman, tanto en categorías mayores como de terneros, lo que convierte al predio de Riachuelo en un verdadero epicentro de la ganadería argentina, donde confluyen genética, tradición y tecnología.

Dowdall concluyó que este tipo de encuentros impulsan tanto el desarrollo genético como deportivo, especialmente cuando el contexto económico lo permite. “El caballo criollo sigue evolucionando y cada año se consolida más como símbolo de trabajo y competencia”, afirmó.

Así, Corrientes fortalece su posicionamiento estratégico en el campo argentino, reuniendo no solo a criadores de elite, sino también a nuevas generaciones que apuestan por la calidad, la producción y la identidad cultural del caballo criollo.