El productor agropecuario Germán Weiss fue invitado al programa Odisea Argentina, que conduce Carlos Pagni por LN+. Desde ese espacio, pudo exponer con claridad y datos concretos la situación estructural que atraviesa el campo argentino, centrando su análisis en el impacto de las retenciones.

Weiss, ex presidente de la Asociación Argentina de Consorcios Regionales de Experimentación Agrícola (AACREA), subrayó que el 99% del sector agropecuario está compuesto por pequeñas y medianas empresas. “Me pueden ver como un estanciero, pero soy una Pyme. Con las mismas incertidumbres, costos y presiones que cualquier otro empresario del país”, expresó.

Desde la implementación de las retenciones en 2002, durante el gobierno de Eduardo Duhalde, los productores agropecuarios conviven con un tributo que, según Weiss, frena la expansión del sector. “Exportamos 40 mil millones de dólares, pero podríamos exportar el doble. Tenemos 25 años de experiencia con retenciones, y hay países que tomaron otro camino”, señaló.

Para argumentar, el productor tomó ejemplos concretos. Comparó a la Argentina con Nueva Zelanda y Brasil. “En el año 2000, producíamos la misma cantidad de leche que Nueva Zelanda. Hoy ellos producen el doble, y nosotros solo un 10% más. Ellos exportan leche por 13 mil millones de dólares, y nosotros por 1.500 millones”, afirmó.

En el caso de la soja, dijo que mientras Argentina mantiene hace 15 años una producción estancada entre 40 y 50 millones de toneladas, Brasil pasó de producir apenas un 10% más que Argentina en 2000, a exportar actualmente cuatro veces más.

UN DESARROLLO FRENADO POR EL PROPIO ESTADO

El productor bonaerense también mostró cifras del Banco Interamericano de Desarrollo para ilustrar la falta de políticas de apoyo al agro. “Brasil destina el 0,4% del PBI para sostener su agroindustria. Estados Unidos el 0,5%. Argentina tiene un 1,9% en contra. Es el único país de América con desapoyo”, subrayó.

Weiss además citó un informe elaborado por CREA en 2013, según el cual, sin retenciones, la frontera agrícola del país podría haberse ampliado entre 20 y 30 millones de hectáreas. “Solo Formosa o Chaco podrían sumar de 2 a 4 millones de hectáreas, sin desmontes ilegales y sin riego”, explicó.

Ese salto productivo, remarcó, permitiría un ingreso estimado de entre 2.000 y 4.000 millones de dólares anuales para provincias rezagadas en el desarrollo agroindustrial, con efecto multiplicador en empleo, infraestructura y actividad económica local.

“Las retenciones no son un problema de los productores, son un problema del país”, concluyó Weiss, abriendo una discusión que aún espera mayor profundidad en la agenda pública nacional.