Por el impacto de la baja de consumo, la empresa Forestal Santo Tomé advirtió que podría cerrar la planta ubicada en el kilómetro 686 de la Ruta Nacional 14 que emplea actualmente a 32 operarios, cuyos puestos están ahora en riesgo inminente.
Por el impacto de la baja de consumo, la empresa Forestal Santo Tomé advirtió que podría cerrar la planta ubicada en el kilómetro 686 de la Ruta Nacional 14 que emplea actualmente a 32 operarios, cuyos puestos están ahora en riesgo inminente.
La empresa presentó un Procedimiento Preventivo de Crisis (PPC) ante la Secretaría de Trabajo provincial, un mecanismo legal que formaliza su incapacidad para sostener las operaciones.
Los representantes de la firma alegaron estar «financiera y económicamente impedida de continuar operando», lo que incluye dificultades para cumplir con el pago de salarios y obligaciones básicas.
El eventual cierre implicaría un golpe económico directo y un daño profundo al tejido social de Santo Tomé, donde el empleo formal es escaso y las alternativas laborales, limitadas.
La incertidumbre se extiende a otros dos aserraderos locales que también enfrentan amenazas de cierre. «Estamos operando al 30% de nuestra capacidad; eso apenas nos mantiene a flote», admitió un representante de una de las empresas afectadas.
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