Casi un cuarto de las exportaciones agroindustriales tienen ese destino. Vietnam encabeza la lista de compradores, en una tendencia de crecimiento sostenida en los últimos 15 años.
El mercado internacional es un factor clave para la agroindustria argentina. Con una producción promedio de 140 millones de toneladas de cereales y oleaginosas al año, el 75% se destina a la exportación, lo que evidencia el marcado perfil exportador del sector.
La demanda global permitió sostener los actuales niveles de producción, así como la infraestructura logística y comercial que depende de estos envíos al exterior.
Según un informe elaborado por Matías Contardi y Julio Calzada de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), durante los últimos seis años se exportaron 536 millones de toneladas de granos y subproductos por un valor FOB total de US$189 mil millones.
En este período, más de la mitad de las exportaciones del sector cerealero y oleaginoso argentino tuvieron como destino a Asia, y casi un cuarto de ellas fue absorbido por la región del sudeste asiático.
Vietnam, el principal comprador de maíz y harina de soja
Entre los países de la región, Vietnam fue el principal comprador del agro argentino en el último año. Su demanda de productos como maíz, harina de soja y aceites consolidó su posición como socio estratégico.
Este vínculo comercial se enmarca en una tendencia global en la que los países asiáticos refuerzan su protagonismo en el comercio de commodities agroindustriales.
El crecimiento del sudeste asiático como destino clave para las exportaciones agroindustriales argentinas es el resultado de un proceso de transformación en el comercio global de granos y proteínas.
En la última década, la demanda de alimentos en esta región creció de manera acelerada, impulsada por el aumento de su población, el crecimiento de su clase media y los cambios en los hábitos de consumo.
Al mismo tiempo, la consolidación de la Argentina como proveedor confiable de materias primas agrícolas, con precios competitivos y logística eficiente, permitió fortalecer los lazos comerciales con países como Vietnam, Indonesia, Malasia y Filipinas.
Desde 2010, el sudeste asiático se consolidó como un destino clave
Desde inicios de la década de 2010, la participación de todo el continente asiático en las exportaciones agroindustriales argentinas ha crecido de manera sostenida.
Mientras que en aquel entonces el continente representaba el 38% del mercado comprador con menos de 20 Mt anuales, hoy los envíos hacia la región superan ampliamente esas cifras, en torno al 53% en el promedio general y porcentajes superiores, por ejemplo, en la carne vacuna.
En el liderazgo que ha adquirido el sudeste asiático, en particular se destaca Vietnam liderando las compras, seguido de cerca por Indonesia y Malasia. Filipinas, aunque en menor volumen, también se posicionó como un mercado estratégico para estos productos.
Leé también: Cruces en la cadena de la carne por el rol de un organismo clave
Este crecimiento se explica por varios factores. Por un lado, el aumento de la producción ganadera en estos países generó una mayor demanda de insumos forrajeros, impulsando la necesidad de importar harina de soja y maíz.
El sudeste asiático se consolida como el principal socio comercial del agro argentino
Por otro lado, las restricciones productivas en algunas economías del sudeste asiático, como la limitada superficie cultivable o la dependencia de importaciones de proteína vegetal y animal, favorecieron la diversificación de sus proveedores, con Argentina logrando posicionarse como un socio clave.
El futuro del comercio agroalimentario con esta región dependerá de la evolución de la demanda y de la capacidad de la Argentina para sostener volúmenes de producción competitivos.
El crecimiento exponencial del comercio agroindustrial entre Argentina y el sudeste asiático en los últimos 14 años responde a una combinación de factores estructurales que redefinieron los flujos globales de exportación.
Mientras que en 2009 la región representaba un mercado secundario para los productos del agro argentino, hoy las exportaciones hacia estos países son cuatro veces mayores y explican una parte sustancial del aumento en los embarques nacionales.
En contraste, destinos tradicionales como Europa perdieron relevancia en términos relativos y absolutos, marcando un cambio en la geografía del comercio exterior argentino.
fuente:TN
Deja un comentario
Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *.