La comercialización de granos en Argentina se reactivó con fuerza en abril, tras un inicio marcado por la incertidumbre económica. El dólar en baja y la advertencia del Gobierno sobre la posible suba de retenciones a partir de julio, motivaron al productor a apurar las ventas. Según fuentes del sector citadas por LA NACION, el ingreso de divisas rondó entre US$2200 y US$2300 millones, un 20% más que en abril de 2024.

“Hubo una aceleración muy fuerte en la segunda quincena del mes”, explicó Javier Preciado Patiño, analista de RIA Consultores. Ese movimiento se reflejó en los registros de camiones a puerto: ingresaron 78.644 vehículos, un 35% más que el año anterior. Las ventas primarias alcanzaron los 4 millones de toneladas, un 17% más que en 2024.

El dinamismo fue especialmente notable en la soja, con entre 300.000 y 400.000 toneladas comercializadas por día. En el mercado de futuros, se operaron 2,84 millones de toneladas para la posición mayo, el doble que el año pasado. “El comportamiento del productor es absolutamente normal. No hay retención, está vendiendo”, subrayó Preciado Patiño.

El buen clima también ayudó a mejorar los rindes. El consultor brasileño Cordonier ajustó al alza su estimación de producción para la Argentina. Aunque hay zonas con pérdidas, como el Chaco, la mayoría de las regiones muestra mejores resultados de lo esperado, lo que generó un “aluvión de negocios” que impactó en los precios.

De hecho, el valor de la soja cayó de 300 a 250 dólares por tonelada en pocos días. Según Lorena D’Angelo, de AZ-Group, esto responde tanto al exceso de oferta en las terminales —“hoy están prácticamente llenas”, dijo— como a una nueva modalidad de ventas con precio hecho, que reduce el margen de negociación del productor.

Otro motivo que apura las ventas es el rumor de que los derechos de exportación volverían a subir en julio. “Si eso se confirma, la soja podría bajar entre 25 y 28 dólares. El productor se asusta y vende más”, advirtió D’Angelo a LA NACION. Esta dinámica también se refleja en la relación de cargas: por cada camión de maíz, ingresan cuatro de soja.

Récord histórico para el maíz y dudas hacia adelante

En paralelo, el maíz tuvo su mejor abril en siete años, con 4,6 millones de toneladas exportadas. Preciado Patiño lo calificó como un posible “récord histórico” para ese mes. Sin embargo, el productor priorizó la soja: “Avanzó con la oleaginosa y dejó el maíz en los campos”, resumió D’Angelo.

A pesar del fuerte volumen comercializado, los analistas se preguntan si esta tendencia continuará. Para David Miazzo, economista de DATA Miazzo, el bajo tipo de cambio real y los precios en dólares presionan a la baja los valores en pesos, lo que podría desacelerar las ventas en las próximas semanas.

Miazzo advirtió que si el dólar cae por debajo de los $1100, el precio en pesos podría quedar por debajo de los $300.000 por tonelada. “¿Por qué se va a apurar el productor a vender si puede fijar soja noviembre a $384.000?”, se preguntó. Según el economista, esto no es necesariamente negativo: puede equilibrar el mercado en septiembre y octubre, meses históricamente más flojos.

Finalmente, la expectativa del sector se centra en posibles nuevas medidas del Gobierno, como una baja de retenciones que incentive nuevamente las ventas. Mientras tanto, la soja sigue siendo refugio de valor y el maíz espera su turno.