Aunque la campaña actual se salvó de los daños de la chicharrita, especialistas advierten que la presión del insecto va en aumento. Biotrop propone una estrategia preventiva con su insecticida biológico Biokato.
La cosecha de maíz de este año trajo alivio: la chicharrita (Dalbulus maidis) no provocó estragos como en la campaña anterior. Sin embargo, el problema no desapareció. Nuevos relevamientos advierten sobre un aumento sostenido en la población del insecto, y los técnicos ya piensan en estrategias para el próximo ciclo.
Según la Red Nacional de Monitoreo, la presencia de chicharrita en el NOA pasó del 52% al 97% en apenas dos meses. El NEA también mostró un fuerte crecimiento, del 42% al 86%. Situaciones similares se repiten en el Litoral y centro-norte del país, donde la presencia supera el 70%.
“Es clave seguir monitoreando las capturas incluso después de la cosecha. La información servirá para tomar decisiones más precisas y efectivas”, indica el informe de la Red.
Tomás Toraglio, coordinador de Desarrollo de Biotrop, asegura que el punto de partida de la campaña 2025/26 será con una alta población del insecto. A eso se suma un pronóstico de invierno cálido, sin heladas que frenen su reproducción.
En este contexto, Biotrop impulsa a Biokato, un insecticida biológico desarrollado a partir de bacterias del género Pseudomonas. Su modo de acción por contacto, ingestión y absorción garantiza un rápido control del vector, sin dañar insectos benéficos.
“Biokato actúa rápido: la chicharrita deja de alimentarse y, por lo tanto, deja de transmitir enfermedades. Luego se produce su mortandad. Lo que vemos en los ensayos es un control contundente”, explicó Toraglio.

Otro punto clave es la aparición del maíz “guacho” tras las lluvias, que puede actuar como puente verde y facilitar la permanencia del insecto entre campañas. De ahí la importancia de un manejo anticipado.
En la campaña actual, Biokato fue aplicado en 120.000 hectáreas. “Eso nos permitió comprobar su efectividad y ganarnos la confianza del productor”, destacó Toraglio.
El técnico asegura que la empresa ya piensa en ampliar su línea de biocontroladores. “Sabemos que Biokato tiene mucho potencial, pero seguimos investigando y ajustando nuestras herramientas. Lo que viene será una campaña desafiante, pero estamos preparados”, concluyó.
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