El Gobierno de Javier Milei tiene varios planes para el organismo nacional. En el Campo siguen con especial atención la situación.
Desde que Javier Milei asumió como presidente, la realidad de numerosos organismos nacionales cambió por completo. Ahora la motosierra podría llegar al Instituti Nacional de Tecnología Agropecuaria y desde el Campo analizan la situación.
Es que durante los últimos meses aparecieron fuertes rumores sobre recortes. Pero por su fundamental colaboración con el sector productivo, el INTA brinda una fundamental asistencia en varias provincias, incluidas las del Nordeste Argentino.
Desde Corrientes llegaron las primeras novedades de lo que podría ocurrir. Se avanzará con el cierre de algunas oficinas pero sin reducción de funciones ni de personal calificado.
El organismo tiene un centro regional sobre la Ruta Provincial n° 5 y tres estaciones experimentales, ubicadas en Sombrerito, Bella Vista y Mercedes. En todos se realizan importantes proyectos productivos con beneficios públicos y privados.
De las estaciones dependen 2 extensiones para cada una. Sombrerito tiene bajo su mando a oficinas en Caá Catí e Ituzaingó, mientras que Bella Vista tiene Goya y Esquina y Mercedes, Curuzú y Sauce.
Desde el Gobierno Nacional habrían decidido la unificación de estos centros. Por lo que seguirían en pie las dependencias de Ituzaingó, Goya y Curuzú Cuatiá.
Fuentes del INTA especificaron a CampoNEA que el cierre de oficinas no representaría el fin de proyectos. «Van a trabajar todos pero en un solo lugar, la idea es que los productores sigan teniendo asistencia técnica de los profesionales», explicaron.
Este último punto es crucial: la entidad tiene personal altamente calificado y que colabora activamente con numerosos empresarios. Este trabajo es muy valorado y bien visto en el Campo.
La decisión de Gustavo Valdés de ratificar los convenios firmados con el INTA durante su visita a Expoagro, fue celebrada en el sector. Esta coordinación con el Gobierno de Corrientes es vista como una fortaleza que ayudaría a la continuidad.
Sin embargo, esta realidad no se repite en todas las provincias. En otros territorios la situación es diferente y esta sinergia no existiría.
Pero los lineamientos están claros. El INTA seguirá funcionando aunque con menos oficinas en las provincias y, como ocurre en otros organismos, sin renovación de muchos contratos.
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