Retenciones: prorrogan la rebaja para trigo y cebada, pero vuelve la presión sobre la soja

Retenciones: prorrogan la rebaja para trigo y cebada, pero vuelve la presión sobre la soja

La medida busca aliviar al sector agroexportador de la cosecha fina hasta marzo de 2026. En cambio, los granos de la cosecha gruesa volverán a tributar con las alícuotas originales desde julio.

El Gobierno nacional anunció este martes que prorrogará hasta el 31 de marzo de 2026 la reducción de las retenciones para el trigo y la cebada, productos clave de la cosecha fina. La medida fue confirmada por el ministro de Economía, Luis Caputo, a través de sus redes sociales oficiales.

La decisión excluye a la soja, el maíz, el girasol, el sorgo y sus derivados, cuyas alícuotas de derechos de exportación volverán a los niveles vigentes en enero de este año a partir del 1 de julio próximo. Esto representa un giro en la política fiscal del agro en momentos en que comienza la siembra fina.

«Las exportaciones de estos productos y sus derivados acumulan alrededor de u$s4.000 millones por año, cerca de un 5% del total de las exportaciones argentinas», detalló Caputo en su publicación, al justificar el impacto de la medida.

La rebaja de retenciones había sido implementada en enero como un alivio temporal frente a la crisis que atravesaba el sector agropecuario, afectado por una sequía severa y la caída en los precios internacionales de los commodities.

«Con esta prórroga, el beneficio se va a extender por 9 meses más abarcando la próxima cosecha fina que se está comenzando a sembrar en estas semanas», precisó el ministro, quien remarcó el objetivo de incentivar las exportaciones de trigo y cebada.

Ambos cultivos mantendrán una retención del 9,5%, por debajo del 12% que se aplicaba antes de la primera reducción. Esta rebaja es considerada clave por los productores en un contexto de márgenes ajustados.

Desde la Cámara de la Industria Aceitera Argentina (CIARA) celebraron la decisión. «Es el camino correcto», señalaron en un breve comunicado. Sin embargo, advirtieron que «sería deseable que hagan lo mismo con los granos de la cosecha gruesa -soja y maíz-«, por su peso en la economía.

Alícuotas más altas

Con la finalización del esquema de baja temporal, el Gobierno confirmó que, a partir de julio, los granos gruesos y sus subproductos volverán a tributar con las alícuotas que regían en enero. Esto representa un aumento de la carga tributaria para una parte central del complejo agroexportador argentino.

En el caso de la soja, el derecho de exportación pasará del valor actual al 33%, mientras que sus derivados tributarán el 31%. El maíz y el sorgo volverán a pagar el 12%, mientras que el girasol quedará en 7%.

La decisión generó preocupación entre productores y entidades del sector, que advierten que la cosecha gruesa es el motor principal del ingreso de divisas. También plantean que el diferencial de trato puede desincentivar la inversión en esos cultivos.

Fuentes del sector agropecuario estiman que la recuperación del campo tras la sequía aún es incipiente, y que una mayor presión fiscal podría poner en riesgo los niveles de producción proyectados para el segundo semestre del año.

En paralelo, el Gobierno sigue apostando a consolidar su programa de estabilización fiscal, en el que las retenciones siguen siendo una de las principales fuentes de recaudación en divisas. El equilibrio entre estímulo al agro y meta fiscal aparece como un desafío central.

Caputo dejó abierta la posibilidad de revisar futuras medidas para otros cultivos, aunque no brindó precisiones. Por ahora, el alivio se concentra exclusivamente en el trigo y la cebada, que iniciarán su campaña con una retención menor al promedio de los últimos años.

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